Última esperanza

Este fanfic trata sobre Naruto y de cómo hubiese cambiado yo ciertos aspectos como son la deserción de Sasuke y otros más que no revelaré pero iréis descubriendo poco a poco. La historia comienza después del combate entre los dos amigos en el Valle del Fin.

Como el primer capítulo es bastante corto, os dejo también el segundo.

Capítulo 1
¿Obstáculos en el camino? Enemigos inesperados

Tras la intensa batalla, Sasuke caminaba tranquilamente por un bosque, en dirección a la frontera del País del Fuego, donde emprendería rumbo a la guarida de Orochimaru.

Mientras caminaba, no paraba de refunfuñar sobre la insistencia de los demás en que se quedara en Konoha, pues allí estaba su lugar, junto a sus amigos.

-Amigos que son más fuertes que yo cada día que pasa- dijo el chico en voz alta, bastante molesto por el recuerdo del poder destructivo del Rasengan de Naruto, aquella vez que se enfrentaron en la terraza del hospital y Kakashi apareció en el último momento para evitar el choque de las dos letales técnicas.

De pronto, sintió que algo se acercaba y consiguió esquivar a tiempo un Kunai que iba dirigido hacia él.

-¿Quién eres? ¡Muéstrate!- replicó el joven Uchiha, irritado por la segunda interrupción.
En ese mismo instante, un grupo de cinco ninjas se plantó frente a él.
No supo quienes eran, dado que llevaban sus rostros cubiertos con máscaras de tela que sólo les dejaban al descubierto los ojos.

El ninja del centro hizo un gesto, y los otros, como obedeciendo una orden, se apartaron a los lados de forma que en el centro del sendero sólo quedaron Sasuke y el misterioso ninja.

-¿Quienes sois? Te advierto que no tengo tiempo para perder con vosotros, así que si sabes lo que te conviene, sal de mi camino o lo pagarás caro.- Amenazó Sasuke, empezando a perder la paciencia.

-Somos un equipo especial de ninjas de Konoha y nuestra misión es detenerte y llevarte de vuelta- Dijo el misterioso ninja en tono autoritario.

Sasuke puso cara extraña, creyendo haber oído antes esa voz, pero en esos momentos no estaba para calentarse la cabeza sobre quién podría ser.
Sólo sabía una cosa: estaba en su camino y representaba un obstáculo.


Y aquí vamos con el siguiente. Lo pongo en spoiler para que no ocupe tanto espacio.

Spoiler:

Pues como veo que al menos 2 personas hacen pública su opinión, no os haré esperar más y con todos ustedes el siguiente relato.

Capítulo 3
De vuelta en casa. El sabor amargo de la derrota.

Naruto se despertó, después de la intensa batalla que tuvo lugar minutos antes.
Miró a su alrededor, y al no ver a su compañero, se dispuso a perseguirle.

-Maldito Sasuke, esto no se lo perdono. Encima que me preocupo por él, y mira cómo lo agradece. ¡Esta vez no escapará!. - se prometió el rubio.

Ya se disponía a emprender la marcha, cuando de pronto una voz le detuvo:
- Tranquilo, Naruto. No te precipites. -
- Kakashi-sensei... No me sorprende que me hayas encontrado, pero ahora debo ir tras Sasuke. Acepto tu compañía, pero por favor, no trates de detenerme. - rogó Naruto a su maestro.
- No te detendré, pero tampoco te acompañaré, dado que no es necesario ir detrás de nadie. - dijo Kakashi.
- Explícate mejor. - dijo Naruto, confuso.
- Sasuke ha sido capturado por un equipo de ninjas especiales que fue enviado en su busca. Ya deben estar de vuelta en Konoha. - aclaró el jounin.
- ¿EN SERIO? ¿Y qué hacemos aquí perdiendo el tiempo? ¡Vámonos! - exclamó Naruto bastante excitado, y se puso en marcha antes de que su maestro pudiera advertirle de algo muy importante.
- Este chico... es demasiado impetuoso. No me ha dejado advertirle que ahora no es buen momento para hacerle una visita a Sasuke. Bueno, ya se llevará el chasco cuando llegue a la villa. - dijo Kakashi, un tanto anonadado por la repentina energía de su alumno, cuando se suponía que estaba completamente agotado.

Mientras tanto, en un lugar lejano, fuera de los límites del País del Fuego...

- Espero que no tarden en llegar. Orochimaru-sama se está impacientando, y no quiero pensar de lo que sería capaz si pierde la paciencia. - comentó Kabuto para sí mismo, mientras hacía los preparativos para el cambio de cuerpo de su amo.
De repente, una siniestra voz reclamó su presencia:

- Kabuto... preséntate en mis aposentos de inmediato...- ordenó Orochimaru.
Cuando llegó ante su señor, aguardó paciente las órdenes que suponía iba a recibir. En efecto:

- Kabuto... necesito al chico... mi cuerpo no aguantará mucho más, y no puedo esperar eternamente a que Kimimaro regrese con Sasuke... -
- Lo entiendo, Orochimaru-sama, pero no puedo hacer nada al respecto.
Sólo nos queda esperar. No se impaciente, seguro que no tardan. - dijo, en un intento de tranquilizar al Sannin.
- Algo ha pasado... saben que si me fallan no vivirán para ver la luz de un nuevo día, pero esto ya es demasiado... -

Kabuto no respondió, temeroso de empeorar el humor de Orochimaru.
Al cabo de un rato, el diabólico ninja ordenó:

- ¡Kabuto!... Envía un equipo de expedición y que averigüen qué ha pasado... - ordenó, bastante irritado.
Kabuto se retiró dispuesto a cumplir las órdenes.
Al cabo de una hora, un mensajero llegó con el informe de los últimos sucesos:

- Señor Kabuto, traigo malas noticias. - anunció el ninja del sonido.
- ¿De qué se trata? ¡Habla! - ordenó Kabuto, tan impaciente como su maestro.
- El equipo de los cinco del sonido ha sido abatido en combate, y un grupo de ANBU de Konoha está llevándose los cuerpos para examinarlos. - terminó de informar.
- Muy bien, soldado. Ahora lárgate antes de que te cruces en el camino de Orochimaru-sama y la pague contigo. - dijo el ninja médico.
Asustado, el ninja explorador se retiró, dejando a su jefe sumido en sus pensamientos:
- Esto no le va a gustar nada a Orochimaru-sama... - y dando media vuelta, partió a informa a su señor.

Lejos de allí, en el País del Fuego, un grupo de cinco ninjas transportaban a un chico encima de una nube de insectos.
- Fue más fácil de lo que imaginaba. - comentó Tenten a sus compañeros.
Estaba cansado y agotó gran cantidad de Chakra tras el combate con Naruto - aclaró Hinata.
- Si pudo hacer un Chidori es porque sus reservas tendría. - dijo Ino.
- Tuviera la cantidad que tuviera, entre esa técnica y el Sharingan lo ayudaron a buscarse él solito la derrota. Esto es a lo que me refería con lo de estar cegado por la rabia. En lugar de analizar la situación, se ha lanzado a la carga sin preámbulos. Nunca me lo hubiese esperado de él, eso es propio de Naruto. - explicó Sakura.
- No me compares con ese idiota. - dijo Sasuke, que había recuperado la conciencia.
- La Bella Durmiente ha despertado. - se burló Shino.
- Cierra el pico, cerebro de insecto. Sois todos iguales: una panda de debiluchos que no sabe hacer otra cosa más que hablar del trabajo en equipo. Un buen ninja debe ser independiente, o no podrá salir airoso de situaciones extremas en las que se encuentre completamente solo. Con que haya un único miembro en el equipo que no esté capacitado para el combate, no es más que un estorbo. - declaró Sasuke sin importarle lo que pensaran los demás o cómo se sintiesen.

Estos comentarios irritaron a Sakura, que no pudo contenerse, y agarrando al chico por el cuello de la camiseta, lo zarandeó bruscamente encarándose a él:

- ¿De modo que piensas eso? Bien... Ahora escúchame tú a mí: el único idiota y debilucho eres tú. Destacas en fuerza y habilidades físicas, pero eres débil de mentalidad. Desde que te encontraste con Itachi y te hizo morder el polvo, no haces más que repetir la misma cantinela: quiero poder para derrotar a mi hermano, quiero poder para derrotar a mi hermano... A eso se le llama ser débil.
Fíjate en Naruto: al principio no hacía más que payasadas para llamar la atención con el único propósito de que la gente se fijase en él. Pero luego comprendió que la mejor forma de hacer que le reconozcan, es por sus logros y su fuerza de voluntad. Aun sabiendo que tal vez no lograse detenerte, salió a buscarte, con la esperanza de que le escucharas y recapacitases. ¿Sabes por qué hizo eso? porque se preocupa por ti, porque te reconoce como su igual, porque sabe que eres fuerte. ¿Y tú cómo se lo agradeces? plantándole cara y renegando de la verdad... - ... - Ya vale, Sakura. - la interrumpió Hinata.

Sakura miró a la joven Hyuga, que presentaba una expresión bastante seria.
- Tus palabras están cargadas de razón, pero no veo motivo para seguir atormentándole. - declaró.
- Nuestra misión consistía en detenerle y traerle de vuelta. No te hagas mala sangre por él.
Si no sabe apreciar el verdadero valor de la amistad, es su problema. Ya arreglaréis cuentas en su debido momento. - le aconsejó Ino
- Sí, tal vez tengas razón. Lo siento, me he dejado llevar. - reconoció Sakura.
- LLegamos a Konoha. - avisó Shino.

Al llegar frente a la puerta de la villa, dos ANBU les estaban esperando.
- ¿Qué tal os ha ido? - preguntó uno de ellos.
- No dio muchos problemas. - declaró Sakura. - Había mermado sus fuerzas en un combate anterior y fue fácil reducirlo. - explicó la chica.
- ¿Algún herido? - preguntó el otro ANBU.
- Nosotros estamos bien, pero me temo que este no salió tan bien parado. ¿Verdad, Sasukito? - se burló Sakura, quien de forma que sólo pudiese oírle el joven Uchiha, añadió: - Una palabra más y te arranco la lengua. -
Ya fuese por la advertencia de la Kunoichi o porque no tenía nada que decir, el chico no articuló palabra.
Al momento, otro ANBU apareció junto al grupo y anunció:
- Por orden de Godaime-sama, Sasuke Uchiha debe permanecer bajo estricta vigilancia y aislado del resto de habitantes de Konoha. - anunció.
- Sería mejor que lo viese un médico antes. Ha gastado bastante Chakra y su energía está casi agotada. - advirtió Hinata, que había inspeccionado el estado del chico con su Byakugan momentos antes de entrar en contacto con los ANBU.
Tras consultarlo un instante con sus compañeros, uno de los ANBU dijo:
- Un compañero y yo escoltaremos al chico hasta el hospital, donde se le tratarán sus heridas y permanecerá bajo vigilancia. El otro puede acompañaros hasta la oficina del Hokage para que presentéis vuestro informe. - declaró.

Tal como se dijo, Sakura y el resto del equipo se dirigieron a la oficina del Hokage acompañados por un ANBU, mientras Sasuke era llevado a la enfermería escoltado por los otros dos ninjas de élite.

Me basta con que postee una sola persona para poner el siguiente.

Capítulo 4
Los sentimientos de Sasuke. La ceguera del odio.

Naruto llegó a Konoha en menos de media hora, preocupado por Sasuke y el resto de sus amigos. Cuando pasó por la puerta, Kakashi iba detrás pisándole los talones, intentando que se parase dos minutos a escucharle, dado que tenía que advertirle sobre la prohibición impuesta por Tsunade, referente al joven Uchiha. Veloz como un rayo, Naruto llegó a la puerta del hospital, donde una vez dentro, se encontró con Shikamaru, esperando frente a un quirófano.

- ¿Cómo está Chôji? - preguntó, interesándose por su rollizo amigo.
- Se recuperará. Pero el abusar de las píldoras de soldado le ha hecho perder gran cantidad de Chakra, y, aunque no se teme por su vida, se encuentra muy delicado. – explicó Shikamaru. – Gracias por preocuparte. –
- Gracias a ti y a los otros por acompañarme.- dijo Naruto. – Voy a ver qué tal están los otros. – dijo, y tras despedirse de Shikamaru, siguió por otro pasillo.

Tras seguir caminando un poco, se encontró con Kiba, acompañado por su hermana.
El chico parecía sumamente preocupado por Akamaru, y Naruto decidió darle unas palabras de ánimo.
- Hola Kiba, me alegro que estés bien. – saludó.
El joven de rasgos caninos levanto la vista. Parecía muy afligido.
- Hola Naruto. Gracias por preocuparte, pero yo estoy bien. En cambio, Akamaru se encuentra muy grave. Aunque su vida no corre peligro, es la primera vez que participa en una batalla de estas magnitudes y ha sido muy duro para él. Agradezco tu interés, pero creo que quien más atención necesita es Neji. He oído que tiene una herida muy grave, como si algo afilado le hubiese atravesado el pecho. – explicó Kiba, preocupado también por la salud de sus compañeros.
Tras reanudar su marcha y seguir otro tramo de pasillo, llegó frente al quirófano donde estaban tratando a Neji. Allí fuera se encontraba su tío, Higashi Hyuga.

- Buenos días, Señor Hyuga. – Saludó Naruto.
- Hola, muchacho. Me alegra ver que estás bien. – dijo Higashi.
- Sí, gracias. ¿Cómo está Neji?. – se interesó el rubio.
- Su estado es muy grave, pero confío en que sobrevivirá. Los médicos hacen lo que pueden y no queda otra más que tener fe y esperar que logren curarle esa herida.
La señorita Shizune me ha dicho que una vez consigan superar ese obstáculo, estará fuera de peligro y se recuperará. – explicó el hombre.

Tras despedirse del padre de Hinata, Naruto se dirigió a la última sala, donde supuso que estaría Sasuke.

Al llegar, vio en la puerta a dos ANBU que le cerraban el paso.
- Lo siento, chico. Está prohibido pasar. Sasuke Uchiha debe permanecer aislado. – dijo uno de los ninjas, con voz seria.
- Es mi amigo, y exijo el derecho de verle. – contestó el chico, visiblemente irritado.
- ¿No has oído a mi compañero? ¡No se puede pasar! – intervino el otro ANBU.
- ¿Ni siquiera yo? – dijo una voz cercana.

Cuando giraron la vista, vieron a Kakashi aparecer por el pasillo.

- ¡Kakashi-san! – exclamaron los ANBU, claramente sorprendidos.
- ¡Llegas tarde, Kakashi-sensei! Estos hombres no me dejan pasar. – se quejó Naruto.
- Lo sé, y es lo que trataba de decirte. Pero saliste corriendo como un rayo sin darme tiempo a explicarte la situación: Tsunade-sama ha ordenado que Sasuke permanezca aislado durante un tiempo, debido al estado de rebeldía en que se encuentra.
Me ha sido asignada su tutela, tanto para vigilarle como para supervisar su entrenamiento. – explicó Kakashi, más para Naruto que para los ANBU.
- Ahora, por favor, dejadnos pasar. – pidió el jounin.
- Lo sentimos mucho, Kakashi-san, pero nuestras órdenes son muy estrictas, y vienen directamente de Godaime-sama. – se disculpó uno de los guardias.
- ¡¡Oye tú, no te atrevas a discutirle a Kakashi-sensei!! – replicó Naruto, empezando a impacientarse.
- Tranquilo. Estos dos ninjas sólo están cumpliendo con su trabajo – dijo Kakashi, apoyando una mano sobre la cabeza del muchacho. – Dejadnos pasar. Yo asumo toda responsabilidad sobre mi alumno. – declaró.

Los ANBU intercambiaron una mirada interrogativa, pero al final accedieron a dejarles pasar, ya fuese porque quedaron convencidos, o porque no querían hacer enfadar al jounin.

Una vez dentro de la habitación, encontraron una babosa curándole las heridas a Sasuke, y un sapo de tamaño considerable montando guardia junto a la cama.

- Vaya, Sasuke. Veo que tu cabezonería te ha costado cara. – dijo Kakashi divertido, en un intento de suavizar la tensión del ambiente.

El chico los miró unos instantes, tiempo suficiente para lanzarles una mirada asesina y seguir ignorándoles.

- No te guardo rencor, aunque no lo creas, y sigo considerándote mi amigo y mi rival. – declaró Naruto, muy serio. – No te preocupes. Estoy seguro de que Tsunade baa-chan no será muy dura contigo y te permitirá incorporarte de nuevo al equipo en cuanto le demuestres que estás arrepentido. – dijo el rubio, muy seguro de sí mismo, sin comprender la realidad de la situación.

Sasuke siguió sin mediar palabra. Tras dos minutos de incómodo silencio, Kakashi le aconsejó a Naruto que fuese que le atendieran, por si le habían quedado algunas heridas.
Tras despedirse de su maestro y de su amigo, el joven rubio salió de la habitación, dejándoles solos.

- Bien, Sasuke. Ahora que estamos solos, es momento de que liberes tu frustración y me cuentes el por qué de tu obsesión por conseguir poder con el único propósito de ir tras tu hermano. – dijo Kakashi, en tono serio.


- Déjame en paz. – dijo Sasuke por toda respuesta. – No pienso contarte nada. Son asuntos privados que a nadie más le incumben, y menos a ti, Kakashi. – contestó de manera tajante el joven Uchiha.
- Bueno, pues tú te lo has buscado. – dijo el jounin en tono divertido.

Atento a que pudiese atacarle, Sasuke se puso en guardia, pero lo único que vio fue que el jounin se levantaba lentamente el protector, dejando al descubierto su ojo izquierdo.
Imaginando que Kakashi no tramaba nada bueno, el muchacho se apresuró a activar su Sharingan y se puso en guardia.

A toda respuesta, el ninja copión se limitó a cerrar el ojo derecho y a fijar la vista del izquierdo sobre su objetivo. Al instante, las pupilas empezaron a girar.
Sasuke comprendió al instante: trataba de hipnotizarle.

Aguantándole la mirada con actitud desafiante, intentó contrarrestar la técnica hipnótica.
Ya fuese porque no disponía de Chakra suficiente o debido a su inexperiencia en el manejo del Sharingan, acabó cayendo bajo el influjo hipnótico de su maestro.